A ti hermano policía, a ti
hermano del ejército, a ti te quiero preguntar algo. ¿Dónde naciste? ¿En
Venezuela? Es lo más probable así que ahora vámonos un poco más hacia el
pasado, antes de que portaras un uniforme. Te criaste en esta hermosa tierra,
te debieron inculcar valores a lo largo de tu vida, como toda persona debes
haber pasado por altibajos pero los superaste para llegar a donde estas, eres
un venezolano luchador como todos, seguro también amas a tu familia y amigos, a
los cuales estarías dispuesto a defender con la vida si así fuese necesario,
así mismo como juraste defender a tu país y a tu pueblo.
Nosotros, los que no portamos
uniformes ni placas, también somos venezolanos, somos ese pueblo que juraste
defender, somos igual que tu, que tu familia, que tus seres queridos. También
sentimos, también nos duele cuando perdemos a alguien. Dime algo, ¿Acaso cuando
te pones el uniforme dejas de ser Venezolano? ¿Dejas de pensar? ¿De sentir?...
Tu misión y tu deber es protegernos, ayudar al débil y combatir la tiranía. Un
color político o una manera de pensar diferente no hacen que tú y yo dejemos de
ser personas, no dejamos de ser venezolanos, no dejamos de ser ese pueblo, tu
pueblo.
Todos podemos ser víctimas de la
inseguridad, desempleo, desabastecimiento, porque todos vivimos en el mismo
país. ¿O es qué tu no vives aquí? ¿No te afectan todos estos factores? Quizás
no, pues para nadie es un secreto los beneficios que recibe todo el personal
militar, pero… ¿Toda tu familia y amigos son militares o policías?... Cuando tu
portas el uniforme, tu arma e indumentaria, tienes el poder con el cual
defenderte ante cualquier situación, puedes salir a la calle y cualquiera lo pensaría
dos veces antes de intentar agredirte, pero ¿Qué hay de tu familia y seres
queridos? Ellos también salen a la calle, ellos no tienen tu uniforme ni con
que defenderse de la inseguridad, ellos están expuestos a ser asaltados,
secuestrados y hasta asesinados, al igual que tu cuando no portas ese uniforme.
Quiero que te tomes unos minutos para pensar, nuestra lucha también es tu
lucha, a ti también te afecta la inseguridad, a ti también te dolería que te
llamen de emergencia informándote que tu esposa, hijo, hija o hermano fue
asesinado. Ese uniforme y esa placa no te excluyen de los problemas.
¿No se te remueve el corazón al
ver tantos jóvenes llorar, caer frente a ti? ¿No sientes la impotencia y la
frustración en ellos?
Nadie quisiera pasar por esto,
todos queremos un lugar mejor y tú representas el orden público, tú sabes que
es lo correcto y lo incorrecto. ¿Si sabes que lo que haces está mal por qué no
dar el ejemplo y decirlo? ¿Por qué callar? ¿Por qué permitir que esto suceda?
Ayer murieron y resultaron heridas personas que tu no conocías, pero el día de
mañana puede que sea al contrario y que seas tú el que llegue a casa con la
misma ira y frustración con la que tantos jóvenes están saliendo a protestar.
Esto va más allá de algo político, esto es algo social, algo que afecta tanto a
oficialistas como a opositores y tú lo sabes, tú tienes el poder de hacer que
esto cambie. Actúa con conciencia, reflexiona y ayuda a reflexionar a los demás
Gustavo Carrión
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